Belfast (del irlandés Béal Feirste que significa "El vado arenoso en la desembocadura del río") es la capital de Irlanda del Norte, en el Reino Unido. A pesar de un periodo de relativa paz, la mayor parte de las áreas y distritos de Belfast aún reflejan la naturaleza dividida de Irlanda del Norte. Muchas áreas están todavía segregadas según las características étnicas, políticas o religiosas, especialmente en los barrios de la clase obrera. Estas zonas, "católica" o "protestante", "republicana" o "unionista" están invariablemente marcadas con banderas, grafitis y murales.
Barrio católico
Céntrica avenida (los negocios con nombres en gaélico)
En la zona oeste de Belfast, donde la mayoría de los habitantes son católicos, se ven grafitis de "¡Abajo la Reina!”, "¡Viva el IRA!" o "¡Viva Irlanda!" En cambio, en la zona este, donde la mayoría de la población es protestante, se leen frases como "¡No nos rendiremos!" o "¡Aquí no hay Papa ni papado!" Para el año 2009, cuando la visitamos, vimos en ambas zonas que no querían a Bush, el entonces presidente de Estados Unidos, tal como se lee en el grafiti de la fotografía, donde lo mandan “A salir de Cuba”.
En general, los habitantes de Belfast, sean católicos o protestantes, reciben cordialmente a todos los turistas, pero como medida de precaución, al forastero que visita Belfast se le suele aconsejar dos cosas: evitar hablar de política y no mencionar su religión. En Belfast solo paseamos. Continuamos hacia Dublín donde pernoctamos dos noches.
Dublín es una ciudad llena de vida. En el centro, sus calles comerciales y sus innumerables pubs, están abarrotadas de gente a todas horas. La vida nocturna es animadísima. En zonas más céntricas como Temple Bar, el ambiente de pub de barrio deja paso a otro tipo de diversión, con más gente, más extranjeros y pubs combinados con discotecas.
Entrando a un típico pub
Centro de la ciudad
El río Liffey separa las zonas norte y sur de la ciudad. Al norte está tradicionalmente el Dublín más humilde y más obrero. El sur, por su parte, es la zona rica, con bonitas casas victorianas y barrios de casas bajas y tranquilas a lo largo de aquella parte de la bahía de Dublín. Los paseos turísticos y los lugares de interés en el norte de Dublín se agrupan, en su mayoría, en torno a la calle principal de la ciudad, O'Connell Street. Comienza en el puente de O'Connell, y tiene edificios tan representativos como la Oficina Central de Correos o el Monumento a la Luz, donde nace la comercial Henry Street.
O´Connell Street
El obelisco llamado Monumento a la Luz, es un cono de acero inoxidable de 150 metros de altura, cuya punta se ilumina por la noche, creado para conmemorar la llegada del nuevo milenio. Al sur del puente de O'Connell, o zona sur del Liffey, nos encontramos con una de las estampas de Dublín: la fachada del Trinity College y, el edificio circular que alberga hoy al Banco de Irlanda y que antiguamente sirvió como Parlamento. También en la zona sur, nos encontramos con otra de las atracciones turísticas de Dublín: la fábrica y museo de Guinness, un lugar donde aprender cómo se hace la cerveza y muchas curiosidades sobre la cerveza más típica de Irlanda y, sobre todo, donde disfrutar de unas magníficas vistas de Dublín mientras se toma una pinta en el bar panorámico del último piso.
Volviendo a la orilla sur del río, el barrio de Temple Bar es una de las principales zonas de cultura y ocio de la ciudad. Allí se combinan salas de conciertos, clubs o la filmoteca nacional con algunos de los pubs y restaurantes más tradicionales de Dublín.
Por las noches, especialmente los fines de semana, Dublín se llena de gente y el ambiente de diversión y pubs no se puede comparar con casi ningún sitio en Europa. !Me encantó Irlanda y con gusto volvería!
Hermosa vista del río Liffey
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