ARBEIT MACHT FREI


Actualización del 18 de Marzo de 2010: Cárcel para ladrones del letrero.
El 18 de Diciembre pasado, entre los titulares de noticias destacaba el robo del cartel "Arbeit Macht Frei" (El trabajo los hará libres), que recibe a los visitantes, un millón de turistas al año, a la entrada del campo de concentración nazi de Auschwitz, ahora un “museo del Holocausto”. El 22, mientras volaba al sur del continente de vacaciones, leí en la prensa que el día anterior la policía lo había recuperado. El letrero fue encontrado en el norte de Polonia.

Aunque el blog Andanzas describe las maravillas de este mundo, visto por mis ojos, no es menos cierto que estos recorridos te llevan a conocer lugares no tan maravillosos, pero que son dignos de capturar en imágenes que queden para la posteridad, como ejemplo de lo que nunca más debería de ocurrir.

En Septiembre de 2007, mi madre y yo fuimos a Polonia, y visitamos este campo. La valla con la frase “ARBEIT MACHT FREI”, en la fotografía que destaca esta entrada, es lo primero que te impacta al llegar. Les confieso que al pasar bajo ella sentí un escalofrío, nada más pensar en los judíos que también la cruzaron, con la promesa de trabajar a cambio de seguir viviendo, así fuera en unas barracas de ladrillo. ¡Pero nada más falso! En 1942, después de la reunión de Wansee en la cual se decidió la “Solución Final” para el problema judío, los nazis empezaron a vaciar los guetos. Su destino era este nuevo campo, concebido para albergar a los prisioneros el tiempo justo de eliminarlos.

Nada más llegar, los pasajeros descendían de los vagones y eran divididos en tres categorías: mujeres, hombres y niños. Las casitas pertenecían a los oficiales del campo, pero la estación era un parapeto. Una vez separados por sexos, a los “elegidos” se les conducía engañados, pensando en que iban a ser desparasitados y limpiados”. Se les llevaba a un área específica, donde debían desnudarse y dejar todas sus pertenencias. A cambio se les entregaba un cordel, con el que debían anudar sus zapatos, para que creyeran que, tras la “desinfección”, iban a recuperarlos. Los guardias de las SS les obligaban a entrar en una cámara cerrada herméticamente. Les hacían correr para que, fatigados, inhalasen más aire dentro de la cámara. Allí, la máquina de la muerte se ponía en marcha.

Buscando información en la web acerca de la recuperación del letrero, me topé con un blog a la memoria de todas las víctimas, el cual les invito a leer, si desean profundizar en el tema.

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En trenes de ganado, cientos de miles fueron conducidos a estos campos ____________________________________________________



La alambrada separaba hombres y mujeres
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El guía nos indica que el caballero en la foto es un sobreviviente del holocausto. No apunté su nombre, pero su imagen se las dejo para la posteridad
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Barraca donde dormían

Escenario de la película italiana La vita è bella (La vida es bella) la cual narra cómo un judío italiano, Guido Orefice (interpretado por Roberto Benigni, también director y coescritor del film), inventa una especie de historia romántica como contraposición al terrible mundo que les rodea tanto a él como a su hijo.
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Nos despidió un atardecer de esperanza por un futuro mejor, libre de guerra.
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1 comentarios:

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Hola!

Me gusta mucho tu entrada y me parece bien que la podamos leer en tu blog.

Aunque hasta ahora no he logrado visitar Auschwitz estuve en el campo de concentración Dachau, en el sur de Alemania. Según los guías Dachau nunca fue un campo de exterminación sin embargo compartí tus experiencias de escalofríos cuando paseaba por diferentes partes del campo sobre todo en la camara de gas, que se supone nunca fue utilizada.

Muchos saludos,

Andrés